Acero Corten, el material que cautiva a los diseñadores.

Glasgow Fort Car Park, Cooper Cromar © Mauri Martín Marín

El bello y siempre cambiante aspecto del acero Corten crea un diálogo visual con su entorno que va evolucionando a medida que pasa el tiempo. 

Es versátil y puede aplicarse en cualquier tipo de elemento arquitectónico, ya que es fácilmente moldeable y permite ser utilizado en multitud de formas e ilimitadas posibilidades - expandido, perforado, imágenes, patrón, etc.-.

La maravillosa paradoja del desgaste del acero es que el óxido cura el óxido. Es decir, cuando el Corten está expuesto a la atmósfera desarrolla una capa ordinaria de óxido que, a medida que pasa el tiempo, se convierte gradualmente en un óxido protector que desarrolla una hermosa pátina que la protege y evita una corrosión adicional.

Ésta evoluciona con el tiempo y cambia su color. Desde un acabado rojizo anaranjado hasta que alcanza una coloración marrón oscura, pasando por un tono más grisáceo.
 Un material que, además de presentar ventajas económicas como su mantenimiento, es 100% reciclable.